9-12 MESES EL BEBÉ QUE SE PARA

De los nueve a los doce meses el niño se para con apoyo y luego sin él. Esto amplia enormemente su mundo, y lo hace sentir de más independiente debido a la capacidad que ahora tiene de moverse por sus propios medios.  El acto de pararse es para el niño una verdadera conquista y un gran motivo de orgullo, pues ahora se puede sentir igual a las demás personas mayores que van y vienen con libertad por toda la casa.

Todo sistema nervioso y todos sus sentidos están alertas y en juego. Ahora aprende con gran facilidad, entiende lo que dicen, aunque no puedan hablar, y tiene una voluntad que ejerce sobre el entorno que lo rodea: pide, da, reclama, quiere, desea, observa con detenimiento lo que otros hacen y se nota que ya comprende algunas de las cosas que pasan a su alrededor.    

  • Domina el gateo, empieza a pararse, e intenta caminar.
  • Investiga el  mundo ensayando, cometiendo errores y corrigiéndolos.  
  • Pronuncia silabas y unas pocas palabras.
  • Es más tranquilo y divertido en sus relaciones con los demás, con frecuencia es el centro de atención de la familia y le gusta su papel. 

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