1 MES EL BEBÉ RECIÉN NACIDO

Llegar al mundo no es una tarea fácil. Imaginemos por un momento lo que debe ser, para la delicada sensibilidad de un recién nacido, la experiencia de sentir el mundo de manera nueva atraves de los sentidos. El bebé no sabe a dónde ha llegado ni donde está. Todo le impresiona, sus nervios y sus sentidos están despiertos y alertas. Su cerebro recibe las primeras impresiones de un mundo que desconoce. La luz y los colores bailan a su alrededor.

El sonido de la voz materna, que reconoce porque la he escuchado desde el vientre, lo tranquiliza. El latido del corazón de su madre, que también reconoce, lo hace sentir protegido. Los olores del cuerpo de su madre son acogedores y reconocibles.


Todas las sensaciones que le bebe siente en la piel y las manos son nuevas también. Las caricias suaves, la tibieza del agua, la calidez de una tela, el aire fresco, pueden provocar una sensación de bienestar. Cada sonido, cada nueva voz que el bebé oye es un nuevo estimulo que irá aprendiendo reconocer.  



Ilustración
Desarrollo
Actividad


Motora
1. Acueste al bebé boca abajo, sobre una manta extendida en el piso. Muestre al bebé un sonajero o campanilla de color negro o rojo, hágala sonar y cuando el bebé la mire muévala hacia arriba para que intente levantar la cabeza.


Coordinación
Continúe con el bebé boca abajo, descúbrale por un momento la espalda y acaríciesela con un dedo, desde la nuca hasta su cadera. Repita esta acción aumentando el número de dedos cada vez.

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